Parece que se ha montado un pequeño revuelo en estas seis semanas desde la asamblea del 2 de octubre. Y en este pequeño revuelo solo hay una cosa clara: Los que aguantaron hasta el final de la misma conocen toda la verdad, entre ellos los medios de comunicación. Pero la verdad no vende periódicos ni genera audiencia. Porque ni siquiera todos los asambleístas se quedaron hasta el final. Cuando la Asamblea no aceptó barco como animal acuático ni pulpo como animal de compañía, algunos se levantaron y se fueron con el scattergories. Pero la asamblea continuó y se perdieron alguna intervención que quedara reflejada en el acta de la misma que algún día veremos. Y como ese acta reflejará la realidad de lo acontecido, os adelanto unos extractos interesantes acerca del dichoso convenio de las narices y la reestructuración.

Lo que pretendíamos, si hubiéramos contado con el apoyo de la asamblea, sería dejar sin efecto el acuerdo con la APEBOL actual; para posteriormente y, tras pasar para su  aprobación por la Asamblea, firmar uno en los mismos términos que el actual y con la misma fecha de caducidad. Y ¿para qué? Para hacer las cosas bien, o al menos como entendemos que es la forma de hacerlas bien. Los miembros de la asamblea estudian el acuerdo, lo aprueban y luego se firma por parte del Presidente. ¿Alguien conoce el acuerdo con la APEBOL?, ¿en dónde está publicado?
Y esto que hemos comentado sobre nuestra idea de dejar sin efecto el acuerdo y firmar otro con las mismas condiciones y caducidad se demuestra en la reestructuración que hemos presentado. Se puede ver cómo respetamos el convenio firmado por el Presidente con la APEBOL, en cuanto a descensos y fecha de duración del mismo.
Y esto que defendemos se llama transparencia en la gestión y participación; banderas en nuestra campaña electoral. Y como no puede ser de otra manera respetamos lo escrito, acordado y firmado que son nuestros Estatutos por encima de otros acuerdos.

José Luis Ortiz del Carmen | Asambleísta de la Federación Cántabra de bolos por el estamento de jugadores

 

Para ir terminando, quiero remarcar que la propuesta que presentamos se ha hecho con la única intención de no dejar a nadie atrás. Este grupo nunca ha estado movido por el afán de perjudicar a ningún colectivo o asociación. Reconocemos la importancia de todas y cada una de las peñas y aplaudimos el trabajo que todas hacen por mantener vivos los bolos, siempre dentro de sus  posibilidades y teniendo en cuenta los recursos de los que disponen y sus circunstancias.
Entendemos que la suma de los perjuicios que esta propuesta pueda conllevar, esos “pequeños sacrificios” que todos deberemos asumir, será menor que el beneficio del colectivo.

P.B. Barros | Asambleísta de la Federación Cántabra de bolos por el estamento de peñas

 

La verdad es que podría hablar de muchas cosas tras lo ocurrido en aquella asamblea, desarmando muchas teorías que se han vertido en los medios y que faltan a la verdad. Pero como ya he dicho, la verdad no vende periódicos, no capta suscriptores, ni tampoco genera oyentes en la radio. Desinformar, generar polémica y enfrentamiento vende mucho más. Ya lo he dicho, podemos hablar de muchas cosas. Pero de todas ellas se va a dar información veraz el próximo viernes 18 de noviembre a las 18 30, en el Salón de Actos de la Casa del Deporte de Santander. No sé si los medios se harán eco de la convocatoria de la reunión, porque una reunión en la que se expone la verdad y la realidad no vende. Pero eso es un problema de los medios y yo entiendo que los medios se deben a sus anunciantes. Pero pensaba que vendían espacios publicitarios, no líneas editoriales. El próximo viernes 18 de noviembre se dará información sobre todo ello.


Se hablará de la reestructuración. Posiblemente se hable también de la propuesta del copago en 2023 y del fin del pago en 2024 por parte de la Federación Cántabra de Bolos, de los arbitrajes de féminas y veteranos, 5.000 € que se destinarán a mejorar los arbitrajes de los circuitos. A mí es que 9 € por una tarde de arbitraje me parecen un insulto al sentido común. También se hablará de que esa propuesta del arbitraje ha surgido de la propia Federación y no, como se ha dicho en la radio de un grupo de asambleístas. Y se dirá que esa propuesta se aprobó sin ni un solo voto en contra. Y en esa asamblea había peñas de féminas y de veteranos y había representación de jugadores de veteranos y de féminas. Y nadie votó en contra ni dió su opinión discrepante. Y de eso los medios no han informado porque es la verdad y la verdad no vende.

 

También podría hablar de la importancia que se le da al voto de los árbitros a los que se demoniza por haberse atrevido a votar. Seguramente si el voto hubiese sido en otro sentido, se habría defendido su postura. Pero cuando llamaron a alguno la noche antes de la Asamblea para que apoyaran la otra propuesta, la cosa no salió como esperaban. Todo el mundo debería tener claro que los árbitros forman parte de los bolos y por ello tienen representación en la Asamblea. Poner en duda su derecho a opinar y a votar libremente en el siglo 21 en un país democrático, no parece muy coherente.

Podría hablar de la famosa comisión de auditoría y control, pero supongo que también se hablará el día 18 de noviembre a las 18 30, en el salón de actos de la Casa del Deporte, en Santander.  Seguramente se hable de que una auditoría externa tiene un coste muy elevado y que no detectaría nada ilegal. Pero no hay que confundir ilegal con inmoral. Una auditoría externa se limita a comprobar que por cada pago existe un documento que lo soporta, pero no va más allá. No entra a comprobar si existe Pepito Pérez y si le corresponde recibir ese pago por el concepto que aparece en el documento. La auditoría externa se limita a decir si las cuentas anuales reflejan la imagen fiel de la Federación. Sería perder tiempo y dinero. Y como de lo segundo no tenemos y de lo primero cada vez menos, no sería responsable gastar tiempo y dinero en una auditoría externa.

 

 

Podría hablar también de que el año que viene habrá una nueva licencia de tercera categoría que en lugar de costar 46 €, va a costar 30€ y que tiene los mismos derechos que la de toda la vida, salvo la participación en competiciones nacionales. Un ahorro para la inmensa mayoría de las peñas. Una buena noticia para la economía de las mismas. Pero, como ya he dicho, es la verdad. Y la verdad no vende. Quizás por ello los medios tampoco se han hecho eco de la aprobación de la propuesta.

También podría hablar de que se ha aprobado conocer el detalle de los 47.604,54 € de facturas emitidas y no cobradas que se tuvieron que llevar a pérdidas de ejercicios anteriores. Ya no solo se trata de emitir facturas y no cobrarlas, que no es ilegal, por supuesto. Se trata de que cada factura lleva un IVA, ese IVA hay que declararlo  e ingresarlo en Hacienda, se cobre o no la factura. Y si  ese IVA del 21 % se ha ingresado en Hacienda, no se ha podido aplicar en fomentar y promover los bolos. ¿Ilegal?. No, por supuesto que no es ilegal.

Podría hablar de muchas cosas más, pero será después de la reunión del 18 de noviembre a las 18 30 en la Casa del Deporte en Santander. Acercaros por allí si queréis saber la verdad.

Mientras las mentiras ruedan por la radio y los periódicos. La realidad nos aplasta. Toca justificar las ayudas a clubes del Gobierno de Cantabria y este año parece que no se aceptan como gastos de actividad las facturas de licencias y derechos federativos.  A ver, Señor Consejero de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte y Señor Director General de Deportes,  las licencias y los derechos federativos son un gasto imprescindible para desarrollar la actividad objeto de la subvención.

 Por otro lado, Señor Consejero de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte y Señor Director General de Deportes, de los 186 clubes de bolos fuera de APEBOL (14) y de Bolos en Femenino (11) que existen en Cantabria, 153 peñas reciben menos de 250 €. Es decir, el 82% de los clubes que se dedican a la conservación de un bien de interés cultural y material reciben menos de 250 €. Si además de prohibir la justificación de la ayuda con la factura de las licencias, se les obliga a disponer de una cuenta corriente que supone 90 € por trimestre, lo que son 270 € al año, parece que la subvención no cumple con el propósito de ayudar a los clubes. Esta es la realidad de los bolos. Pero la realidad de los bolos no interesa a los medios porque sus líneas editoriales ya están vendidas al mejor postor. Seguramente de esto también se hable el próximo viernes 18 de noviembre a las 18 30, en el Salón de actos de la Casa del Deporte de Santander. Así que te animo a que vayas por allí. Y si no se habla, ya lo contaré yo por aquí.

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