Una vez que la propuesta la conocen los que la tienen que conocer primero, que son los que deben decidir, creo que ahora es el turno del resto. Parece que en muchos sitios han entrado los nervios. Yo no alcanzo a entender por qué.

Lo que sí veo es que todo el mundo comete el mismo error. En cuanto se menciona la palabra bolos todos piensan en división de honor. Cierto es que no se pueden entender los bolos sin ellos. Pero la propuesta no va enfocada a la cima de la pirámide. Quizá por eso hay ciertos sectores que no alcanzan a entenderla.

La propuesta de reestructuración de ligas está pensada para dinamizar la base. Para dotarla de mayor contenido. Para fomentar las promociones. Porque eso también son bolos, pero cuando se opina y se juzga la propuesta todos se olvidan de ellos. Ha sido la tónica durante más de veinte años: paga, calla y trabaja.

Igual ha llegado el momento de poner en el centro a la base de los bolos. Y pensar en ellos. E intentar que no abandonen la disciplina federativa. Porque a menos que el objetivo final sea crear un circo cerrado, el objeto social de cualquier federación deportiva, es promover y organizar su deporte.

También se habla del famoso convenio Apebol – Federación Cántabra de Bolos, un documento que dicen que existe pero que cuesta bastante encontrar. Y cuando lo encuentras no entiendes el revuelo que se está formando. En sus acuerdos tercero, cuarto y quinto pone a cada uno en su sitio y delimita las competencias.

  • El punto tercero habla de que la división de honor se regirá por lo dispuesto por la Asamblea de la Federación Cántabra de bolos
  • El punto cuarto dice que la organización de la Liga de división de honor es competencia exclusiva de la Federación Cántabra de bolos
  • Y el punto quinto que los temas económicos son competencia exclusiva de Apebol. Es lo que tiene lo escrito, que se puede leer.

Pero vamos a dejarnos de vueltas que no conducen a ningún sitio. Si llega el momento, habrá jueces que interpreten y juzguen el convenio. Centrémonos en la propuesta de reestructuración. 

Se propone una tercera categoría formada por cinco grupos, en principio, de entre 8 y 10 equipos. A la tercera categoría le corresponden 12 ascensos a segunda categoría que se reparten así:

  • Cinco campeones y el mejor segundo tienen ascenso directo. Aquí ya tenemos seis ascensos empleados.
  • Los cuatro restantes segundos juegan entre sí a doble partido en un fin de semana. Los ganadores de esta eliminatoria ascienden a segunda. Ya habríamos empleado 8 ascensos: cinco campeones, el mejor segundo y los dos vencedores de esta primera eliminatoria.
  • Al mismo tiempo los cinco terceros y el mejor cuarto (6 equipos) se enfrentan a doble partido contra los cuatro cuartos restantes y los dos mejores quintos (otros seis equipos). Los vencedores de esta eliminatoria junto a los dos perdedores de la eliminatoria entre segundos (8 equipos) se enfrentan a sorteo y los cuatro ganadores ascienden a segunda. Con esto ya completamos los doce ascensos.

Tercera categoría con 5 gruposNadie puede negar que es una tercera con contenido. Tiene su liga regular, en la que hasta la última jornada va a haber más equipos jugándose algo. Ya vas a la bolera con una motivación, con ganas. El sistema actual y las puritanas alternativas condenan a la Liga de tercera a no tener ningún contenido.

Es el problema de entender los bolos como algo de élite. Que nos olvidamos de que abajo necesitan una motivación para seguir compitiendo. Y no son las mismas motivaciones las que llevan a competir en división de honor que las que llevan a competir en tercera.

No podemos medir con la misma vara a los que compiten en tercera y a los que lo hacen en división de honor. Es un error histórico. Y así se ha llegado hasta donde estamos. Y nos llevamos las manos a la cabeza, porque nos pilla de sorpresa que estemos al borde de la desaparición de la tercera.

Si medimos con la misma vara a los de arriba y a los de abajo normal que estemos echando a los de abajo de los bolos. Porque la motivación para jugar a los bolos en tercera o incluso en aficionados, no es la misma que en la división de honor. No digo que sea mejor o peor, cada uno tendrá su opinión. Eso está bastante claro y nadie lo puede negar. O bueno, lo puede negar por supuesto, como hay gente que niega que la tierra es redonda.

Pero como la tierra es redonda pues que sigan negando que esto se va a la mierda por tratar a la gente de tercera como si fueran de división de honor. Pero creo que queda claro en este gráfico que nos vamos a la mierda y, que si no reestructuramos, las bases de competición nos devoran. Y si nos devoran las bases de competición, nos acercamos peligrosamente al futuro: dos categorías, División de Honor y Aficionados

Volvamos a la propuesta. Tenemos una liga regular en la que más equipos van a estar jugándose algo durante más tiempo. Eso aumenta el interés, sin duda. El que no lo quiera ver, que no lo vea, pero la tierra es redonda.

Y una vez acabada una liga regular con más sentido que la que hay ahora, existe el aliciente de que, del segundo al quinto, siguen jugando por ganarse el derecho a subir. Siguen jugando por algo. Se lo merecen, creo yo. Se merecen algo más que pagar las fichas y jugar una liga en la que más de la mitad no aspiran a nada y juegan un montón de partidos sin más aliciente que pasar el rato. Que eso se haga en división de honor me parece respetable.  Lo que no es respetable es imponer ese modelo a los que están por debajo.

Por arriba pueden jugar a lo que quieran pero creo que va siendo hora de tratar de entender que los que están por debajo tienen todo el derecho de jugar a otra cosa. Porque aunque haya nueve bolos y un emboque, no estamos hablando de lo mismo.

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