El Belga

Nacido en Mogro, estamos ante uno de los jugadores más carismáticos del bolo palma. Hombre sencillo y asequible y jugador de gran talento. Fue un gran estudioso de la técnica, con una fuerte personalidad. Un verdadero torbellino en las boleras de Cantabria.

Hoy contaremos algunas de sus mejores anécdotas. Iremos un poco más allá de las conocidas de pintar las bolas de negro rojo (Gracias a D. Leonardo Álvarez Ahijado, D.Cesar Roiz y al gran Lin por la corrección del color que no era negro sino rojo), más concretamente con la pintura conocida como Minio, que se usaba como capa antioxidante al pintar objetos de hierro. O el cambio de zapatillas según el emboque estuviera situado a la mano o al pulgar.

Palmarés

Pero antes debemos repasar su historial de títulos. Campeón regional de segunda categoría en su pueblo, Mogro en 1961. Disputaría tres finales del Regional de primera categoría en 1963 contra Fidel Linares y en 1972 y 1977 contra Calixto García. Y no podemos olvidar el subcampeonato de España de primera logrado en Barreda frente a Fidel Linares que, como podréis ver un poco mas abajo, significó mucho más que un meritorio segundo puesto.

Destacó en la modalidad de parejas, siendo Campeón de España con Virgilio Quintana en 1963. Además fue campeón regional en 1964 formando dúo con Rilo y en 1968 y 1971 junto a Lucas Arenal. Títulos que adquieren mayor importancia, cuando se sabe que sus rivales fueron Ramiro y Escalante, Joaquín Salas y Modesto Cabello, y Calixto García y Sousa.

El Belga

Cuatro títulos y una Copa de la máxima categoría adornan su palmarés por equipos. Además, en sus últimos años logró dos ascensos consecutivos en tercera categoría con la P.B. Cuchía y la P.B. Forín de Adarzo. Es sabido que  cuando fichó por esta última peña, puso una condición: en todos y cada uno de los lunch, deberían cantarse al menos tres canciones montañesas. Según el mismo comentó, fue su fichaje más barato, pero jamás se lo había pasado tan bien como en aquella peña.

Ya en 2003, consiguió el título de Campeón Regional de veteranos con 689 bolos.

Jose A. Saiz El Belga

Anécdotas

Pero fueron su sabiduría y marcada personalidad los que dieron lugar a un sinfín de anécdotas que retratan a la perfección a El Belga.

Cuando disputaba sus partidos con la peña de Mogro, llegaba a los mismos de una manera un tanto peculiar. Se presentaba vestido completamente de negro. Ataviado con un sombrero y, montado a caballo. Todo un Llanero Solitario.

En el campeonato de España disputado en Solvay, en Barreda, jugó los cuartos, semifinal y final equipado con una venda en el codo. Cuestionado días mas tarde por ese hecho, resultó que, en la cena con la que Solvay les había agasajado en El Casino, enredando con otro jugador se había torcido un brazo.

En ese mismo campeonato que ganó Fidel Linares, mientras se disputaba la final, descolorida por la ventaja de Linares, ocurrió la siguiente anécdota que, probablemente, cambiaría su vida.

Antes de afrontar la última tirada, a la espera en su silla del birle, El Belga comentó que tendría que tirar a emboque. El comentario lo escuchó la esposa de D. Marcel Pirón, director de Solvay, y se le quedó mirando. Al darse cuenta Jose Antonio, la dijo que, además, el emboque iría dedicado a ella.

Ni corto ni perezoso, se dirigió al tiró y acertó a embocar. Aquello, probablemente le valió un puesto en Solvay, coincidiendo con el nacimiento de su hija mayor. De la cual, D. Marcel Pirón y su esposa, fueron padrinos. También comenzó a jugar en la P.B. Solvay, hasta la jubilación de Marcel Pirón y el posterior traslado a Martorell de Cagigas, que motivó la pérdida de apoyo a la peña.

Andaba por aquel entonces El Belga, tratando de hacerse su casa y encontró el apoyo de la Peña Bolística y de su presidente D. Gonzalo Díaz de la Riva, aparejador. A cambio de su apoyo, fichó por la Bolística por varios años.

Posteriormente, a cambio de un Simca 1200, desembocó en la Peña La Rabía de Comillas. Poco después le robaron el coche y jamás se supo del mismo. Tuvo que comprar unos de los primeros Skoda que vinieron a España procedentes de Checoslovaquia. Skodas que no tenían nada que ver con los actuales que fabrica el grupo Volkswagen, por lo que no le salió precisamente muy bueno.

Su demostrada inquietud lo convirtió en el jugador mas innovador que hayamos conocido:

  • Propuso pintar los bolos de verde para mejorar la visibilidad en Televisión de las retransmisiones. Lo hizo en el Torneo del Millón de 1988. Disputado en el Sardinero y que terminó con el triunfo de otro grande: Miguel García. Precisamente, en el siguiente vídeo, podemos ver y escuchar las declaraciones de El Belga a TVE como responsable de la bolera portatil que se instaló en el Sardinero para aquella ocasión:
  • Se colocó unos suplementos de esponja debajo de los tacones de las zapatillas de unos dos centímetros. De esta manera, según El Belga, llegaba mejor las bolas desde el tiro.
  • Diseño un cinturón de goma, que sujetaba una bola de acero. La cual se insertaba en el espacio entre las costillas y la cadera. la bola se colocaba en el lado hacía el cual había que trabajar la bola. Esto, decía, le permitió mejorar su juego.
  • Para poder mojar las bolas y sujetarlas mejor sin tener que recurrir al típico escupitajo, colocó una pequeña colodra en su cinturón.
  • Fue nombrado por la F.E.B., director de instalaciones, por lo que uno de sus cometidos era revisar todas y cada una de las boleras en las que se disputaban competiciones oficiales y concursos puntuables.
  • Pero quizás su gran aportación a los bolos tal y como hoy los conocemos, fue la modificación de las estacas en las que se arman los bolos. Por aquel entonces eran totalmente planas y de mayor diámetro que el culo del bolo. Gracias a El Belga, las estacas fueron rebajadas en el interior, con lo que el bolo apoya solo en una corona de apenas medio centímetro de anchura. Además redujo el diámetro de las mismas hasta apenas unos milímetros mas que la base del bolo. Todos los que vivieron aquel cambio, coinciden en una cosa: la media de bolos por concurso aumentó en unos 10 palos. Si a esto le unimos la progresiva reducción del peso de los bolos y el aumento de su calidad, nos hacemos una idea de la importancia de los registros de aquellos años. Que, si bien, en términos absolutos eran menores, desde el plano relativo cobran suma importancia.
    El belga torneo del millón bolos verdes
  • También llevo a cabo múltiples experimentos con diferentes tierras y arenas, para conseguir la mezcla perfecta para el cutío. Cuentan que fue uno de los precursores en el uso de la ya famosa arena de Roiz, que, por sus características aportan unas extraordinarias cualidades al terreno de juego. Un impulso más, para que entendamos mejor, los extratosféricos registros a los que asistimos en el presente. Registros que no presenciaríamos de no haber sido por la personalidad inquieta e innovadora de el bueno de Jose Antonio.
  • Su perfeccionismo lo llevaba al extremo a la hora de preparar las bolas. Tal era su pericia en el manejo de la herramienta y de la escofina que, hasta el mismísimo Pedreguera, le cedía el sitio cuando El Belga iba a arreglar y preparar sus bolas.

Su bolera de Mogro

De muchos es sabido que El Belga contaba su propia bolera en casa. El sueño de cualquier jugador, al menos el mío. Lo que pocos sabrán, al menos los que tuvieron ocasión de disfrutar de alguna tarde, son estas dos peculiaridades de la misma:

  1. La bolera de El Belga contaba con un sistema de riego subterráneo automático. Con esto Jose Antonio conseguía que el grado de humedad de la caja fuese siempre el conveniente para jugar. Llama la atención que, con los adelantos de este siglo, ni siquiera las modernas boleras cubiertas cuenten con un sistema similar. Esto supondrían un ahorro de tiempo y de consumo de agua considerable.
  2. En la bolera de el Belga se podía jugar durante todo el año. Estaba diseñada para que la arena de la caja se pudiera extraer por completo. Con ello, en caso de lluvia era cuestión de retirar rápidamente la arena y secarla o cambiarla por otra. Esto, junto la ingeniosa disposición de tablones en el birle, permitía que, salvo que estuviese lloviendo en ese momento, su bolera estuviese siempre disponible para la práctica del bolo palma.

Cuentan que una vez le preguntó a un compañero qué iba a hacer al año siguiente.  Al no obtener una respuesta concreta, la respuesta de El Belga fue contundente:

Oye chaval, a mi no me amenaces que tú ya sabes que yo de uno corriente hago uno regular.

Preguntado sobre quién era peor, si el corriente o el regular, no se obtuvo la respuesta. Para El Belga estaba claro.

En otra ocasión, durante un entrenamiento de preparación contra uno de los equipos punteros, de esos que ponían 20 metros, la peña de El Belga estaba tirando de esos metros con emboque fácil al pulgar. Después de que nadie acertara con el cachi, ni siquiera con el primer bolo, le preguntaron si no se había planteado poner a la mano. La respuesta de Jose Antonio no tuvo desperdicio:

¿A la mano?, mira, te voy a decir una cosa. Yo llevo pensando en este partido siete días, 24 horas cada día. Y tú, que llevas pensando en él solo 10 segundos ¿me vas a decir la raya que hay que poner?

Otra situación que vivieron muchos de sus compañeros fue la de que al poner una raya determinada, se dirigiera a uno de ellos y le dijera, sin que lo oyeran los demás:

Mira, con esta raya, del equipo contrario no puede embocar nadie. Y de los nuestros, solo puede embocar fulano, los demás no tenemos ninguna posibilidad.

Y, llegado el momento, nadie del equipo contrario acertaba a embocar. Cuando llegaba el turno de fulano, El Belga le decía

Venga fulano, tu tranquilo, ábreme las bolas, buscando el dos. Hay que subir dos y dos y dejarlas por allí.

Sacaba su pañuelo para taparse la boca y decía «ahora emboca», pocas veces se equivocó el bueno de Jose Antonio.

En otra ocasión, cuando negociaba su fichaje por Pontejos, le pidieron que hiciera un equipo a su medida. El Belga tenía muy claro a quienes quería consigo, pero los nombres no eran del agrado de la directiva. Ya un poco cansado, les espetó

¿Tú confías en mí? Pues ten muy clara una cosa: los equipos ganan cuando se hacen

Al año siguiente la peña formada por El Belga, ganó la liga, consiguió el ascenso a la máxima categoría y tan solo se dejó tres puntos en el camino. Un partido empatado y otro perdido.

El Belga nunca aceptaba una invitación en los bares. Siempre ponía una condición: había que jugárselo todo. El método escogido era indiferente. Le daba igual que fuera a los dados que en una buena partida de cartas.

En otra ocasión, preparando a uno de sus pupilos para la disputa de un Campeonato de España que no tiraba un bolo, le pidió que le dejara las bolas para escofinarlas. El pupilo, sabedor de que El Belga ya había quitado peso a unas bolas de Lucas Arenal antes de ganar uno de sus títulos sin que Lucas lo supiera, le avisó de que no le quitara peso. Tú no te preocupes, yo te preparo las bolas y tú tiras lo que yo te diga. Resultado: su pupilo campeón de España. A la vuelta del Campeonato, le preguntó El Belga ¿has pesado las bolas de alante?. Pues 2,050 tienen que pesar le dijo el chaval. Se dirigieron el peso y las tres bolas marcaban 1,930 gramos exactos.

Jose Antonio Saiz El Belga

Siempre jugaba con bolas de rama. A todo jugador que jugaba con él, le daba las bolas que tenía que tirar, para cada uno de los tiros. Este dato le hacía mucha gracia al bueno de Miguel García que, cuando llegaba la peña de El Belga a la bolera les decía: ¡Hombre chavales! ya veo que Toño ya os ha puesto a todos las bolas de su cuadra, venís todos con las bolas de la cuadra de Toño.

Finalizamos esta serie de historietas con algunos pensamientos de El Belga acerca de los bolos

Chavalón, cuando valgas algo y puedas pedir, pide. Que el día que no valgas, nadie te lo va a agradecer y te van a dar una patada en el culo

Nunca te vayas de un lunch el primero, porque a ese es al que critican

Cuando fiches por una peña, nunca seas el cuarto peor. Porque cuando las cosas no salgan bien, todas las culpas van para el cuarto peor.

Yo sé de bolos en un día, mucho más que tú los 365 días del año

Espero que hayáis disfrutado. Y si conoces más datos o anécdotas de la biografía de El Belga, te animo a que los añadas en los comentarios para que todos puedan conocer un poco mejor a este fenomenal bolístico.

Vídeos de El Belga

Vamos a finalizar con unos vídeos del famoso millón de los bolos verdes. El responsable de todo aquel tinglado fue, precisamente, El Belga

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Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Serafin Diez Prieto

    Tantas cosas q decir de mi buen amigo Toño, se agolpan los recuerdos de tantas tardes en su bolera de Mogro, pero no se me olvidará en mi vida el día q me dijo q yo iba a ganar un campeonato,pensé q con su fina ironía se estaba quedando conmigo, pero evidentemente de esto era el q más sabía.
    Hay una anécdota en una de esas tardes en su bolera de Mogro, después de haber arreglado la bolera con su badillo de metal diseñado por el, con el q solo hacia falta una pasada por la caja para q esta quedara perfecta, estábamos en pleno concurso jugandonos como siempre aquella coca cola con «vino del bueno» q decía Toño, Miguel Angel Muela(Kakel), Toño y yo, nos sacaba un montón de bolos y tenia las tres bolas en aquella esquina larga del pulgar, cuando nos dice:esto no tiene emoción, voy a colar las 3 entre primero y segundo, el resultado del birle sobra concertar cual fue, si me pinchan no sangro, grandisima persona, gran campeón y genio de los q marcan la historia de nuestro deporte.

    1. bolopalma

      Gracias Serafin por tu comentario que ayuda a conocer un poco mas a la gente la figura de El Belga

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