Ya llevaba más de 3 años sin escribir un artículo de opinión acerca de los bolos. No ha sido por falta de temas acerca de los que opinar. Los hemos tenido amplios y variados. Más bien por falta de ganas y por carecer de asunto que generara la suficiente división para que llamara mi atención.

Y tras la recuperación de las Jornadas Técnicas este 2021 (las primeras  a las que asisto en mi vida, seguro que muchos de los que otorgan las condecoraciones de bolístico me lo echan en cara y se llevan las manos a la cabeza ) una de las más de cien propuestas me llamó mucho la atención. Y aunque ya la conocía y generó un rechazo inmediato por los más puristas, yo la compro. Y la compro porque pienso que es lo que necesitan los bolos en este momento de su historia.

La propuesta no es otra que eliminar el conocido cierre del chico a 40 bolos y que los partidos se disputen a una distancia fija de, pongamos, 8 tiradas (esto es lo de menos). Solo de esta manera los partidos de bolos tendrán una duración conocida y estimable de antemano. Los beneficios y argumentos lógicos a favor para mí son mas que evidentes: (si lees partido no te vayas a un Andros La Serna – Peñacastillo Anievas Mayba, mas bien yo me refiero a un Darío Gutiérrez – Hualle o similar como hay decenas de partidos cada fin de semana)

  1. Los partidos pasan a tener una duración fija y conocida. Esto permite a todos los jugadores saber a qué hora salen de casa y, novedad, a qué hora vuelven o pueden volver
  2. En boleras cubiertas compartidas, que haberlas haylas, en caso de lluvia se organizan mejor los horarios y se conoce con certeza cuando se encuentra libre
  3. Eliminar la obligatoriedad de derribar 40 bolos y que el chico caiga del lado de la peña que más bolos haga aporta emoción a cada una de las tiradas del chico. Todas y cada una de las bolas son vitales.
  4. Partidos más cortos y más emocionantes son, por definición, los que te dejan con ganas de volver a jugar. Porque son partidos bonitos de jugar. Creo que todos, cuando hemos tenido la suerte de que un partido durara 1 hora y 10 minutos, hemos pensado lo mismo o algo muy parecido »

    Así tenían que ser todos los partidos«

    De la misma forma, cuando el partido supera los 120 minutos de duración (y no son pocos) las ganas que te quedan son más bien pocas o ninguna.

  5. 40 bolos a bolos son muchos bolos de cualquier tiro. Cuando se determinó esa distancia de cierre también lo eran, seguro, pero creo que hay un dato que los puristas olvidan: Cuando se fijó la distancia en 40 bolos, existía la posibilidad de que el emboque valiese 40 bolos en cualquier sitio legal. Esa posibilidad ahora no existe, por lo que cerrar un chico a 40 bolos es ahora mucho más complicado que cuando se fijó el cierre del chico en 40 bolos. No voy a hablar del emboque de 40 hoy, me reservo mi opinión para otro día, pero si que está muy claro que cuando se suprimió ese emboque de 40, también debería haberse suprimido el cierre a 40 bolos, ya que van de la mano. Sin embargo, parece ser que, en aquel momento, no se contempló esa posibilidad…

Los bolos necesitan urgentemente ser mucho más atractivos de cara al público y a los propios jugadores antes que morir por exceso de purismo. Esta fórmula puede no ser la panacea y la solución inmediata, pero yo tengo muy claro que va en la dirección correcta.

 

 

 

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